
El Diablo... ya pagué mi deuda... ya no hay triumbirato... El Diablo... ¡ya no me engañas!
La Torre y El Diablo, el regalo y el infierno... Derrúmbate, Torre; Diablo, ¡vete al diablo!
Este es una pequeña ventana a lo que por muchos se ha descrito como un a extraña locura. Tal vez no la he sabido expresar... o tal vez no me he atrevido hacerlo. Bueno acá estamos